Aquí lleva el timón, o más propiamente por lo antedicho, el arado de labranza, una familia lucense de A Pontenova, en el borde de Asturias, de la Terra Cha y del Eo, que tiene en José Manuel, jefe de cocina, su portavoz, y en sus hermanos Carlos y Ángel, y en su mujer Liliana, al resto de participantes a la hora de desvivirse cociendo lacones (¡nunca precocidos!), pelando cachelos, friendo pimientos, adobando orella, vigilando el horno donde se hacen los pasteles de cabracho y vigilando el punto del arroz negro con calamares de potera o del arroz con pulpo.